IN MEMORIAM – D. MANUEL RELAÑO ENRÍQUEZ
D. Manuel Relaño Enríquez, Bienhechor del Instituto y profesor lasaliano.
El día 16 de noviembre fallecía, en la ciudad de Córdoba, D. Manuel Relaño Enríquez, miembro Bienhechor del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y antiguo profesor del Colegio. Empezó su ministerio educativo en el Colegio «Cultura Española» de Córdoba, en la calle Sevilla, y fue fundador del actual Colegio. En el año 1997, el Superior general le otorgó la distinción de Bienhechor del Instituto. Toda una vida entregada a la misión lasaliana y amor a la escuela. Después de una larga enfermedad, nos ha dejado a los 84 años de edad.
En estos momentos de pérdida y de tristeza, la Comunidad Lasaliana en el sector Andalucía nos unimos a su familia, su mujer doña Angelita y a sus hijas y nietos, y a la comunidad educativa de La Salle de Córdoba. Hoy, nuestros sentimientos quieren manifestar nuestro consuelo y nuestra cercanía fraterna. Creemos que ha de ser también un momento para hacer memoria agradecida de la vida de entrega apasionada y misionera de nuestro compañero Manuel. Ha sido una persona sencilla, generosa y de un hondo sentido de pertenencia al carisma y a la obra de san Juan Bautista de La Salle. Una persona buena, cabal, gran padre y abuelo, preocupado por su familia, y un fiel y gran defensor de la escuela cristiana. Se nos ha ido en el silencio de una larga enfermedad, con la palabra de una vida de entrega y servicio. Este ha sido su legado.
En este camino que vamos a iniciar, el Tiempo de Adviento, os invitamos a expresar la alegría pascual que nos brinda el Resucitado. Nuestras vidas y nuestra fe nos dicen que nuestro compañero Manuel ya está gozando de la Presencia misericordiosa del Señor. Nuestro Dios es un Dios de vivos.
Que la alegría del Resucitado acompañe y ayude a su familia a llevar el dolor y la tristeza. Con certeza, él seguirá velando por los suyos y por nuestro Colegio desde el cielo.
Amigo y compañero Manuel: Sigue siendo nuestro incansable valedor y acompáñanos a vislumbrar la grandeza de nuestra vocación. ¡No te olvidamos! Intercede por vosotros al Padre y sé nuestro ángel custodio.
H. Juan González Cabrerizo
(Palabras del H. José Luis Palmero, descargar aquí)
