La Salle Andalucía

“Un compromiso me llevaba a otro”. Sin duda este pensamiento de nuestro Fundador inspiró el desarrollo de la Misión del Instituto en Filipinas. Cuando en junio de 1911 por una llamada del Arzobispo de Manila los Hermanos se hacen cargo de la primera Escuela en Manila, en algo más de un siglo el desarrollo de las Obras puede calificarse de “espectacular”. Y utilizo este adjetivo por dos razones: una numérica (16 Obras Educativas, entre Universidades y Colegios, en toda la geografía de las islas y una cifra cercana a los 120.000 alumnos) y otra “de Misión” (La Salle se siente y se vive en toda la geografía del País como un referente no sólo en calidad educativa sino también en la transmisión de los valores evangélicos a toda la sociedad).
Sin duda cuando me propusieron como gerente del Sector Andalucía participar junto con los demás gerentes de los Sectores y el ecónomo distrital en una visita entre los días 25 de mayo y 3 de junio de 2015 para conocer la labor del Instituto en Filipinas y sobre todo los procedimientos que en el ámbito de economía y gestión allí se aplican, no podía imaginar lo que allí he vivido.

El Sector lasaliano de Filipinas se encuentra encuadrado dentro del Distrito LEAD (Distrito Lasaliano de Asia del Este), que a su vez está integrado en la Región de la PARC (Conferencia Regional de Asia y Pacífico); para llegar a las cifras antes expuestas el camino no ha debido ser nada fácil en un País, que por lo vivido, presenta unas diferencias sociales y económicas muy profundas en su población, y que sin duda habrán sido mayores años atrás. Con 125 millones de habitantes, mayoritariamente católicos (en torno al 85% de la población profesa nuestra religión), he podido constatar como una parte muy significativa de la población sin duda vive muy por debajo del umbral de la pobreza. En los desplazamientos por Manila y las zonas de la isla de Luzón (donde se encuentra la capital) que visitamos, pude comprobar las importantes desigualdades económicas entre los habitantes de Filipinas; a pesar de ser en la actualidad el segundo país asiático por porcentaje de crecimiento anual de su producto interior bruto (detrás del gigante chino), se constata como esta riqueza está distribuida de una manera muy desigual. En este contexto socioeconómico, La Salle en Filipinas es sin duda una referencia para evitar estas diferencias entre la población, y con la labor educativa y evangelizadora que desarrolla está contribuyendo de forma destacada a mejorar estas desigualdades. Esta afirmación la fundamento en una serie de aspectos que pude constatar en mi viaje:

• en primer lugar, es destacable como con un reducido número de Hermanos (53 en la actualidad aunque tampoco ha sido mayor el número en anteriores etapas), el crecimiento del Instituto tanto en número de Obras, como de estudiantes y personal empleado ha sido muy destacado; sin duda alguna este crecimiento se ha fundamentada en la involucración y el espíritu lasaliano con el que los seglares desarrollan la Misión. Con un número de trabajadores en torno a 5.000 personas (docentes y no docentes), las vivencias tenidas me confirman la idea anterior. En todas las Escuelas visitadas se respiraba este ambiente y se palpaba la profundidad con la que los seglares conocían y vivían La Salle. La forma en que se estructura la organización del Sector así como una serie de hechos (como por ejemplo la forma en la que se estructura y desarrolla su labor Signum Fidei), son aspectos que confirman lo antes expuesto.
• en segundo lugar hay que tener en cuenta que la totalidad de las Obras lasalianas en Filipinas se financian con fondos privados; de hecho los Centros son sociedades mercantiles diferenciadas jurídicamente del Instituto. Ninguna Institución privada dedicada a la actividad educativa en el País recibe fondos públicos, teniendo que financiar toda la actividad exclusivamente con aportaciones privadas. Ante lo anterior surge la pregunta ¿y entonces como se desarrolla la opción por los más desfavorecidos? En todas las reuniones mantenidas en las cinco Obras lasalianas visitadas hay un principio al que tanto Hermanos como seglares hacían referencia de forma reiterada: se da servicios educativos a los más favorecidos como fuente de recursos para atender a los más necesitados. Este planteamiento queda claro en una serie de hechos muy relevantes entre los que destaca que en cualquier Obra educativa al menos el 20% de los alumnos deben estar becados. Este ratio se plantea como un principio básico e inalterable en el desarrollo de la Misión.
• en tercer lugar, por los datos que tuvimos ocasión de conocer, dentro de los países que integran el Distrito de Asia del Este (LEAD), en Filipinas no se encuentra la Misión con las dificultades económicas y jurídicas que se están planteando en otras zonas cuyas Obras si se sostiene con fondos públicos; en esto países la Misión se desarrolla en un contexto de escasez de recursos e inseguridad jurídica (en algunos países el Instituto ha sufrido expropiaciones de inmuebles por parte de las Administraciones Públicas) por lo que trabajar para combatir las desigualdades de la población y desarrollar la labor evangelizadora se hace mucho más complicado que en el Sector filipino.

En otro orden de cosas, nuestra visita estuvo muy orientada a conocer los procedimientos que en materia de economía y gestión se aplican en el Sector; en este aspecto la visita también ha sido una experiencia muy positiva. A pesar de que al estar todos los Centros financiados con fondos privados y haber importantes diferencias tanto culturales como socioeconómicas entre las poblaciones de España y Filipinas, lo vivido y aprendido en este ámbito ha servido para conocer una serie de aspectos relacionados con un conjunto de buenas prácticas que, con sus matices, también son aplicables a la gestión económica en nuestra realidad de Sector (Andalucía) y Distrito (ARLEP). Entre estos aspectos destacar los siguientes:

• el trabajo en red es la base en la que se fundamentan las prácticas económicas y de gestión de las Obras. Los Hermanos y las Escuelas del Sector se guían por una serie de procesos integrados bajo la denominación de “The Modern Conduct of Schools” (modelo de conducta moderna de las Escuelas). Esta guía, que está basada tanto en la “Guía de las Escuelas” como en el Directorio Económico del Instituto, se estructura en siete procesos: Finanzas y gestión de recursos/Recursos humanos/Gestión de compras/Admisiones y secretaría/Medios materiales y medio ambiente/Tecnologías de la información/Marketing y Comunicación. Estos procesos se desarrollan bajo los mismos parámetros en todas las Obras Educativas lo que favorece que se trabaja en una misma dirección y que los principios y formas de trabajo que se aplican sean similares.
• el hecho de ser sociedades mercantiles obliga a los Centros a cumplir una serie de requisitos en su gestión que hacen que la transparencia en la información económica sea un principio básico e ineludible; en este sentido los procedimientos que se siguen en materias como auditorías internas, gestión común de recursos etc. son en mi opinión perfectamente aplicables a nuestra realidad como sector y como Distrito.
• aunque como se ha dicho, el contexto sociocultural en el que se desarrolla la Misión es sustancialmente distinto al nuestro, es encomiable la labor que se desarrolla para la captación de donaciones y patrocinio de las actividades de las Escuelas; hechos como cuidar de forma prioritaria las relaciones con los antiguos alumnos y la participación de destacadas personas del mundo de la empresa en los foros de decisión del Sector, son elementos que avalan lo antes expuesto.

A modo de conclusión vuelvo al título de este artículo: ¡¡ Animo La Salle¡¡ Esta expresión es el slogan que sirve para animar a los equipos deportivos y por extensión a toda la Misión Lasaliana en Filipinas. Sin duda, en un idioma que nos es muy familiar (no hay que olvidar que el tagalo o tagálog, lengua autóctona y oficial junto con el inglés del País, incluye más de 1.300 vocablos del español), esta expresión resume muy bien la trayectoria del Instituto en Filipinas: siempre con entusiasmo por parte de todos el éxito y la continuidad de la Misión están garantizados.

Salamat DLSP (Gracias a La Salle Filipinas)

Antonio J. Pino Ramírez
Gerente Sector La Salle Andalucia (Distrito ARLEP)